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Gustavo N. Pereira y Arturo A. Anzalone

viernes, 6 de abril de 2012

Nota sobre Hoteles Temáticos - Diario La Nación

Una tendencia que aumenta desde 2001

Hoteles temáticos: lejos del circuito tradicional y a la medida del huésped
Ambientados sobre un gusto en particular, ofrecen un servicio personalizado para los turistas

 Diario La Nación. 07 de marzo del 2006.
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En los 19 pisos del Abasto Plaza Hotel se respira tango: desde clases gratuitas, boutique, una galería de arte hasta una decoración alusiva. Foto: Soledad AznarezLos hay de tango, de arte y hasta de gays. También culturales y de vino. Pero el terreno es vasto y sólo hay que usar la imaginación para convertir un simple hotel en una experiencia especial e inolvidable para el huésped.

Intimos, pequeños y cálidos, así son los hoteles temáticos que surgen en los barrios más pintorescos de Buenos Aires. Las calles de San Telmo, Recoleta y Palermo -en todas sus variantes- son el refugio de estos hospedajes dedicados a difundir la música ciudadana o el trabajo de artistas plásticos locales. La tendencia comenzó hace varios años, pero se
acentuó en 2001, con la crisis económica y la llegada masiva de turistas extranjeros. Estos espacios apuntan a pasajeros que tienen algún gusto en particular, como el tango, y que quieren escapar de los circuitos más tradicionales.

"Después de 2001 hubo una readaptación de establecimientos, como petit hoteles y casas. Lo que se intenta es que todo en el hotel esté relacionado con el tema, desde la ambientación hasta las actividades", explica Guadalupe Gorriez, docente universitaria que realiza estudios de mercado y factibilidad para inversionistas interesados en instalar hoteles temáticos.
El tango es el tema más utilizado a la hora de imprimir un sello distintivo en el establecimiento. En la ciudad hay un hotel cinco estrellas íntegramente dedicado a homenajear a esta porción de la cultura porteña. El Abasto Plaza Hotel, en Corrientes 3190, en un barrio que traspira milonga, recibe a turistas de todo el mundo interesados en aprender y empaparse tanto de la música como del baile.

Desde la decoración, estilo art déco de los años 20 y 30 -décadas doradas del tango- hasta los negocios como Madreselva, la famosa fábrica de zapatos de baile, y el nombre de los salones y las suites. Todo sabe a bandoneón.
Además, a las 20, hay clases diarias de baile -sin cargo para los huéspedes-, y los jueves, una exhibición en el restaurante del hotel. Una galería de arte con pinturas de Roberto Volta, que capta como nadie la esencia tanguera, completa la propuesta.
"Hay huéspedes que vienen exclusivamente por el tango. Los japoneses y europeos saben bastante, pero quieren aprender más. Hay dos grupos: los que vienen por la música y los que llegan por el baile", explica Sandra Silva, a cargo de las relaciones con los huéspedes.

Pero no hay que alojarse en un hotel cinco estrellas -el costo promedio es de 100 dólares- para sentir la música ciudadana. Especialmente en San Telmo y Monserrat, hay hostels dedicados al tango. Caserón Porteño, Complejo Tango, Telmotango, Mansión Dandi Royal y Hostel Clan son algunos de los hospedajes que, según la Subsecretaría de Turismo porteña, entran dentro de la categoría "temáticos de tango". Y está en construcción el TangHotel, en San Telmo.
Con excepción del Abasto Plaza, con 126 habitaciones y 19 pisos, los hoteles temáticos tienden a ser pequeños y apuntan a brindar un servicio personalizado. Ese ambiente cálido, en el que se respiran aires de hogar, es lo que distingue a Art Hotel, dedicado al arte argentino, en Azcuénaga 1268. "El tema sirve para atraer a un público específico. El turista que viene es amante del arte, pero también busca algo diferente; quiere entrar en contacto con la cultura local", describe el gerente, Eduardo Casazza.

El edificio es de 1927 y todo está conservado como era entonces. Materiales y piezas originales, 35 habitaciones decoradas con pinturas de artistas locales y una galería de arte que cambia cada mes son las señales distintivas de Art Hotel. "A veces tenemos clases de tango; otro día organizamos charlas con los pintores o degustaciones de quesos y vinos", cuenta Casazza, que asegura que esta temporada alcanzaron el 92% de ocupación. Las habitaciones cuestan 65, 90 y 115 dólares.

También dentro de la rama de la cultura, pero con una propuesta diferente, se ubica el Youkali Kutur Hotel, ex Boquitas Pintadas, que homenajeaba al escritor Manuel Puig.
Gerd Tepass, un alemán enamorado de la Argentina, explica el nombre de su hotel: "Youkali es una canción para la cual el compositor judío-alemán Kurt Weill hizo la música, es un tango melancólico que habla de la búsqueda del paraíso, del deseo de vivir en un mundo mejor". Como en el fin del mundo se encuentra Tierra del Fuego, todo en Youkali remite al hielo, los glaciares y la nieve. Está en San José 892.
El toque cultural lo aporta el Monopol Loop, que busca ser un "magazine en vivo", donde los artistas transitan y hablan con huéspedes y público.
Aunque Youkali es catalogado como hotel gay friendly, hay algunos establecimientos dirigidos al público homosexual. Por ejemplo, Bayres Gay es un bed & breakfast en Palermo con una onda muy familiar. En Venezuela entre Perú y Chacabuco, en San Telmo, se está levantando el primer hotel gay 5 estrellas de Buenos Aires. Si todo marcha a buen ritmo, inaugurará en noviembre próximo.
Aquí y allá, los más excéntricos
Aunque se concentran en Buenos Aires, en el interior pueden encontrarse algunos hoteles temáticos. En Mendoza, la capital del vino, hay varios que rinden tributo a Baco.

Cavas Wine Lodge está ubicado entre viñedos, frente a la cordillera de los Andes. Con siete habitaciones, todo allí huele a vino; hasta el spa, que utiliza la vid para tratamientos de salud y belleza.
"Se puede tomar baños con extractos de vino Bonarda y aceites esenciales que estimulan la circulación o hacerse una máscara nutritiva de levaduras de vino Torrontés", dice Cecilia Chuit, propietaria del hotel junto con su marido.
Otros hoteles temáticos forman una categoría especial: los de marca. En la Argentina hubo dos casos: el hotel Gancia, primero en Las Leñas y después en Ushuaia, y el hotel Axe, en Bariloche.

También el hotel Hilton, de Buenos Aires, incursionó en la tematización y destinó dos de sus habitaciones que fueron acondicionadas para los niños: una de Barbie y otra de Batman.
Si bien son temporales -se transforman sólo un mes al año, precisamente en la época de vacaciones de invierno- el éxito fue tal que este año volverán a hacerlo, pero con otros personajes sorpresa. .

Por Laura Reina
De la Redacción de LA NACION

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